“La visión es demasiado importante como para que esté desatendida”, opinó en tanto el Dr oftalmólogo Paúl Estrella, dueño de un centro oftamológico, quien consideró que “tal vez es hora de revisar las rutinas cotidianas para descartar algún daño en los ojos”. Y enumeró diez descuidos que podrían afectar la salud visual: 

1- No hacerse el examen anual. Es importante consultar anualmente con el oftalmólogo para asegurarse de que todo esté bajo control, especialmente, luego de los 40 años, momento para detectar patologías como glaucoma, retinopatía o degeneración macular. 

2- Ignorar los ojos irritados. Los ojos rojos y llorosos que pican o arden pueden ser un signo revelador de alergias, pero, también si se percibe sensación arenosa, si hay fotofobia o presencia de secreciones, y de infección si hay dolor. Ante la presencia de alguno de estos síntomas, consultar inmediatamente con el especialista. Una infección no tratada puede dañar la vista y, además, contagiar a terceros. 

3- No usar anteojos de sol. Los filtros protegen los ojos de los rayos ultravioleta (UV). Esta radiación puede aumentar la probabilidad de padecer cataratas, degeneración macular o pterigion (crecimiento de tejido sobre la parte blanca del ojo). Escoger anteojos que bloqueen los rayos. 

4- Frotarse los ojos. Esta acción puede irritar y, además, dañar los vasos sanguíneos. También, perjudicar tejidos como la córnea y provocar lesiones mayores. Asegurarse de que las manos estén limpias antes de llevarlas a los ojos. 

5- Pasar demasiado tiempo frente a las pantallas. Largos períodos de tiempo frente a la pantalla pueden cansar los ojos y causar dolores de cabeza. La regla 20-20-20 es una manera fácil de evitar que eso suceda, y parpadear a menudo para mantener la humedad ocular. Tener en cuenta que las pantallas deben estar por debajo de la altura de los ojos para que la lágrima no se evapore tan rápido. 

6- Omitir el cuidado de las lentes de contacto. Para mantener los ojos sanos, los lentes se deben limpiar con la solución adecuada, nunca emplear agua o saliva, y guardarlos en el estuche apropiado (cambiarlo con frecuencia). También es muy importante retirarlos antes de acostarse. Si se usan descartables, cambiarlos según la recomendación indicada. Remover las lentes ante enrojecimiento de los ojos, dolor, lagrimeo, aumento a la sensibilidad a la luz, visión borrosa, secreción o hinchazón. Atención con las de uso decorativo. No autoprescribirse lentes nuevas. 

7- No retirar adecuadamente el maquillaje. Restos de rímel, delineador o sombra pueden entrar en contacto con los ojos y provocar una infección. Es importante quitarse el maquillaje correctamente todas las noches. Si los ojos están rojos o hay ardor, consultar con el oftalmólogo. 

8- No usar gafas de seguridad. La protección adecuada es clave para evitar lesiones oculares si se trabaja en un ambiente corrosivo, se practican deportes o en diversas actividades recreativas. El 90% de ellas se puede prevenir si se usan anteojos protectores apropiados. 

9- No usar anteojos con la graduación adecuada. La visión cambia con el tiempo. Por lo tanto, hay que asegurarse de que la graduación de los cristales y/o lentes de contacto esté actualizada. 

10- Fumar. El tabaco puede aumentar la probabilidad agravar patologías oculares. Fumar incrementa el riesgo de padecer cataratas y degeneración macular relacionada con la edad (DMRE).