De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, los accidentes más frecuentes en el hogar son: de tránsito, incendios y de cocina.

La situación derivada de la pandemia ha disparado las incidencias en la vivienda. Esto se debe al aumento del tiempo que se pasa en ésta, ya que en muchos casos se ha hecho del hogar el espacio de trabajo, de estudio e incluso de ocio.

A raíz de la pandemia los hábitos y el estilo de vida de las personas han cambiado. Desde el estallido de la crisis sanitaria y debido a las restricciones de movilidad y a recomendaciones como la implementación del teletrabajo, los ciudadanos pasan más tiempo en casa.

Con variaciones en las restricciones fruto de la vacunación y la propagación de nuevas variantes del virus, se prevé que algunas de las transformaciones instaladas perdurarán en el tiempo.

Trabajar, comprar, estudiar o buscar entretenimiento en línea y desde casa se han vuelto un hábito cada vez más común. En este contexto, la protección del hogar cobra una especial relevancia.

“Asegurar el lugar donde realizas muchas de tus actividades se ha vuelto más relevante que nunca. Nuestro objetivo es entregar tranquilidad ante eventos inesperados y proteger desde ahí la economía familiar”, afirma Esteban Sánchez Valdivieso, Country Manager de Liberty Seguros.

Tener asegurada la vivienda va más allá de la protección ante un robo. Las cifras muestran un descenso de los robos durante los meses de confinamiento estricto, pero también un incremento de otro tipo de percances, sobre todo los ligados al mantenimiento de las viviendas.

¿Qué cubre un seguro de hogar?

La cobertura ante un robo en la vivienda es la más popular entre la población. Un seguro de hogar va mucho más allá. Liberty Seguros te explica cómo puede responder ante daños causados por un incendio, averías eléctricas o fenómenos atmosféricos (como la rotura de tuberías que ocasionó la borrasca Filomena en algunas comunidades autónomas del país), un hurto personal, daño de equipos electrónicos (computadores, LCD, plasmas, entre otros), ruptura de maquinaria (lavadora, secadora y refrigeradora), accidentes individuales del personal doméstico, daños a terceros entre otros.

También puede incluir la cobertura de daños estéticos a la vivienda (pintura, cristales, cerradura de la entrada), a la mascota, colapsos, explosiones. Las posibilidades son muy amplias y el seguro actuará ante un incidente de acuerdo con las condiciones que se hayan establecido en el contrato.

Dos conceptos clave: el continente y el contenido

El primero se refiere a todos los elementos que conforman la estructura del inmueble, como el techo, las paredes, las puertas, las persianas, la instalación eléctrica y de agua. El segundo recoge los elementos que se han añadido en el interior: electrodomésticos, ropa, mobiliario, ordenadores y elementos personales como las joyas, entre otros.

El valor de todos estos bienes será determinante en la cobertura del seguro.

Tras el estallido de la crisis sanitaria, la vivienda ha pasado a ser el centro neurálgico de la vida de las personas. Un percance supone un ataque directo a la estabilidad.