El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Según estadísticas del organismo, en el 2020 esta enfermedad afectó a 19,3 millones de personas y cobró la vida de más de diez millones Esta grave patología se caracteriza por la transformación de las células “normales” en células tumorales que tienden a multiplicarse por el organismo atacando a cualquier órgano o tejido.
En el mundo existen varios tipos de cáncer que afectan gravemente la salud de las personas y algunos de sus tratamientos pueden producir efectos secundarios en la visión. Por esta razón, es importante que las personas que están recibiendo un tratamiento oncológico, se sometan a la par a una revisión oftalmológica, para preparar adecuadamente el sistema ocular e impedir el desarrollo de secuelas en su visión a corto y largo plazo.
Con este antecedente y a propósito del mes de la Lucha Contra el Cáncer que se celebra cada año en febrero, el Dr. Hugo Salcedo, oftalmólogo de la Clínica Andes Visión, detalla cuáles son los efectos adversos en la salud visual que pueden presentar las personas que reciben tratamientos para combatir esta enfermedad, los principales signos de alerta para identificarlos, y brinda recomendaciones para cuidar la visión luego de haber superado el cáncer.
Sobre cómo pueden incidir los tratamientos oncológicos en la visión
El especialista de la Clínica Oftalmológica Andes Visión señala que los tratamientos contra el cáncer que afectan a la salud visual del paciente se generan, en su mayoría, debido a la patología de base o a la quimioterapia, proceso que puede traer consecuencias sobre diferentes estructuras del ojo. Es por ello que la prevención de efectos secundarios va de la mano con el inicio del tratamiento para el cáncer.
El Dr. Salcedo detalla las zonas del ojo que están más expuestas en este tipo de tratamientos:
● Córnea y Segmento Anterior. En este caso el paciente puede manejar los síntomas y continuar con el tratamiento implementado, sus efectos son:.
➢ Ojo seco: sensación de cuerpo extraño, lagrimeo, picazón, ardor, sensibilidad a la luz y visión borrosa. El uso específico de lágrimas artificiales ayudará con los síntomas.
➢ Blefaritis: inflamación de la base de las pestañas que provoca picazón, ardor, caída de pestañas, etc. Se lo puede controlar con higiene palpebral (limpieza de párpados y pestañas), lágrimas artificiales, compresas calientes y en casos puntuales uso de antibióticos.
● Úvea: Se refiere a la capa media del ojo, aquí es necesaria la valoración inmediata de un oftalmólogo. Los síntomas dependen de la región afectada (anterior, posterior o ambas):
➢ Uveitis: produce visión borrosa, flotadores, dolor ocular, ojo rojo, fotofobia y pérdida de agudeza visual. En esta patología es importante descartar procesos infecciosos/inflamatorios no asociados al tratamiento e iniciar procedimientos con anti-inflamatorios (corticoesteroides) para contrarrestar los efectos secundarios del proceso inflamatorio.
● Retina y/o nervio óptico. Se refiere a la pérdida de agudeza visual con o sin dolor. En este caso es necesaria la valoración inmediata de un oftalmólogo. Sus efectos son:
➢ Oclusiones retinales: presencia de disminución de agudeza visual, flotadores y manchas. Un tratamiento oportuno evitará pérdida de agudeza visual permanente.
➢ Edema Macular: disminución de agudeza visual no dolorosa, acompañada de distorsión visual.
➢ Neuritis óptica: pérdida de agudeza visual de moderada a severa, acompañada de dolor con los movimientos y de una disminución de visión de los colores.
Sobre las señales de alerta para identificar que un tratamiento o medicamento para el cáncer está afectando la salud visual:
El Dr. Hugo Salcedo, oftalmólogo de la Clínica Andes Visión, señala que el uso progresivo de agentes quimioterápicos ha conseguido prolongar la supervivencia de los pacientes con cáncer. En consecuencia, en el campo de la oftalmología se ven más pacientes con efectos adversos oculares de estos antineoplásicos (sustancias que impiden el desarrollo, crecimiento, o proliferación de células tumorales malignas).
“Entender los efectos adversos oculares ayudará al oftalmólogo y al oncólogo a reconocerlos en sus estados más tempranos e intervenir antes de que los problemas sean graves o irreversibles”, agrega el especialista.
Algunas de las señales de alerta son:
● Disminución de agudeza visual.
● Dolor ocular.
● Hiperemia (dilatación de los vasos sanguíneos presentes en el ojo)
● Machas o flotadores (pequeños puntos, máculas y manchas que flotan a la deriva en el campo visual).
● Fotosensibilidad (molestia ocular que se produce ante una iluminación excesiva)
● Cambios de percepción de colores.
El especialista de la Clínica Oftalmológica Andes Visión comenta que afortunadamente hoy en día, existen soluciones efectivas en caso de que aparezca algún problema de visión tras el tratamiento del cáncer. Por ello, recomienda que ante los primeros síntomas en los ojos o en la visión, se informe de inmediato al doctor y no se utilice ningún medicamento y/o colirio sin supervisión.
De igual manera, señala que para prevenir otras infecciones oculares, es importante evitar frotarse los ojos, y en caso de ser estrictamente necesario, lavarse las manos antes de hacerlo. Si existen problemas cutáneos en los párpados, puede ser eficaz el uso de colirios o cremas oftalmológicas para calmar la inflamación. Adicionalmente, se podría utilizar una compresa tibia para aliviar el posible dolor y eliminar la costra si apareciese.