El incremento del desempleo femenino y una mayor proporción de mujeres que dejaron el mercado laboral debido a la pandemia de COVID-19 ha retrasado el progreso hacia la igualdad de género en el trabajo en al menos dos años, según el último análisis de PwC.
Después de una década de avances lentos pero constantes de las mujeres en el trabajo en toda la OCDE, el Índice cayó por primera vez en su historia. Los dos principales factores que contribuyeron a la disminución del Índice fueron el mayor desempleo femenino y las menores tasas de participación femenina durante la pandemia. El Índice estima una "brecha de COVID-19", que compara las pérdidas de empleo con el crecimiento del empleo proyectado antes de la pandemia, y devela que hay 5,1 millones más de mujeres desempleadas y 5,2 millones menos de mujeres participando en el mercado laboral, en el caso de que la pandemia no hubiese ocurrido.
Un informe de la OCDE sobre las desigualdades de género en el cuidado y los resultados del mercado laboral durante la COVID-19 muestra que las mujeres asumieron más responsabilidades no remuneradas en el cuidado de los niños durante la pandemia, lo que provocó que salieran del campo laboral a un ritmo más alto que los hombres. Las madres tenían tres veces más probabilidades que los padres de informar que asumían la mayoría o la totalidad del trabajo de cuidado adicional no remunerado creado por el cierre de escuelas o guarderías.
El Índice de mujeres en el trabajo de PwC se basa en cinco indicadores que reflejan la participación de las mujeres en el mercado laboral mundial y la igualdad en el lugar de trabajo. Dado el lento progreso realizado en los últimos 10 años en cada uno de los cinco indicadores, y el terreno perdido debido a la pandemia, estimamos que llevará años, en algunos casos décadas, cerrar las brechas y lograr la paridad de género entre mujeres y hombres en el lugar de trabajo mundial.
Algunos hallazgos del reporte:
● Tasa de participación femenina en la fuerza laboral (33 años para igualar la tasa actual del 80% de los hombres)
● Brecha en la tasa de participación de la fuerza laboral de mujeres y hombres (30 años para cerrar la brecha)
● Tasa de desempleo femenino (9 años para igualar la tasa actual de los hombres)
● Tasa de empleo femenino a tiempo completo (67 años para igualar la proporción actual de empleados masculinos en empleo a tiempo completo)
● Brecha salarial de género (63 años para cerrar la brecha)
Aumentar la participación de las mujeres en la transición a cero emisiones netas será clave para cerrar la brecha laboral
Se necesita una acción política eficaz para lograr una mayor igualdad de género en los lugares de trabajo a nivel mundial. Esto significa opciones de trabajo más flexibles, en particular que aborden las desigualdades de género subyacentes en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Políticas como la licencia parental igualitaria que ayudan a redistribuir la carga desigual de cuidados que soportan las mujeres.
Aún más crítica será la necesidad de que el gobierno y las empresas apoyen a las mujeres para que se beneficien de las oportunidades laborales creadas por la transición de las economías de la OCDE a cero emisiones netas. La próxima década de trabajo estará determinada en gran medida por la transición de las economías a cero emisiones netas. Nuestro análisis muestra que la transición neta cero aumentará los empleos en general, con más empleos en 2030 en 15 de los 20 sectores en las economías de la OCDE. Sin embargo, las mayores ganancias proporcionales en puestos de trabajo se producirán en los servicios públicos, la construcción y la manufactura, que están desproporcionadamente subrepresentados por mujeres. Estos sectores emplean actualmente a casi un tercio de la fuerza laboral masculina en toda la OCDE, en comparación con solo el 11% de la fuerza laboral femenina.
Si no se hace nada para mejorar la representación de las mujeres en estos sectores, PwC estima que la brecha de empleo entre hombres y mujeres en la OCDE, que mide el número adicional de hombres con empleo, expresado como porcentaje del número de mujeres empleadas, aumentará 1,7 puntos porcentuales para 2030 (pasando del 20,8 % en 2020 al 22,5 % en 2030).
Es necesario actuar para ayudar a posicionar a las mujeres para que se beneficien de las oportunidades laborales creadas por la transición de las economías y las empresas a cero emisiones netas.