De acuerdo a varios estudios, tres de cada cuatro mujeres han padecido alguna vez una infección vaginal; mientras que las infecciones urinarias, estadísticamente, afectan mayoritariamente a las mujeres, donde el 30% del género las padecen de forma recurrente y han presentado síntomas antes de los 24 años. Frente a esta realidad y en el marco del mes de la mujer, Farmacias Medicity comparte consejos esenciales para mejorar la salud íntima femenina, mediante rutinas de higiene personal y hábitos saludables que garanticen el bienestar de las mujeres.

“Generalmente, al hablar de higiene íntima todavía existe cierto recelo, por lo cual existen muchas inquietudes sin responder y varias creencias populares que son importantes de aclarar. Considerando, además que una infección vaginal y urinaria es una de las afecciones más comunes que afectan a la salud femenina, es importante dejar claro cuáles son las diferencias entre una y otra, para identificarlas de manera correcta y brindar el tratamiento adecuado, teniendo en cuenta que siempre es importante visitar a un especialista de la salud”, explica la Dra. Stefanía Arias de Medicity.

Infección vaginal o vaginitis: Es una infección que se caracteriza por generar una alteración de color, olor y cantidad del flujo vaginal; incluso podría presentar un flujo que no corresponde al período y es evidente en la ropa interior. Además, causa comezón e irritación en la zona íntima; al mismo tiempo que puede generar molestias o dolor al momento de orinar y tener relaciones sexuales.

Este tipo de infección puede ser provocada por bacterias, la cual se define como una vaginosis bacteriano, que suele ser la más común; pero también puede estar provocada por levaduras, lo cual se conoce como vaginitis tricomoniásica, y las que pueden ser generadas por microorganismos y son conocidas como candidiasis.

Algunos de los factores que pueden provocar una vaginitis son: aumento del pH, lo cual disminuye la acidez de la vagina y por ende dificulta el control de bacterias; el uso de ropa interior ajustada, falta de higiene e incluso diabetes no controlada o alteraciones hormonales. Es por esto que después de la menopausia pueden ser más comunes debido a que el nivel de pH vaginal es más alto cuando disminuye el nivel de estrógeno.

Infección de vías urinarias: Al igual que una infección vaginal puede manifestarse con ardor; sin embargo, en caso de padecerla los pacientes pueden presentar fiebre. Este tipo de infección tiene que ver con órganos como los riñones, uréteres, vejiga y uretra; por lo cual es una enfermedad que también afecta al género masculino, pero es 4 veces más común en las mujeres. Para poder identificar una infección de vías urinarias es importante tener en cuenta señales como: dolor o ardor al orinar, la sensación constante de querer orinar, sentir presión en la parte baja del abdomen, y percibir un mal olor o cambio de color e incluso sangre en la orina.

La infección de vías urinarias puede también ser provocada por bacterias, debido a ciertos hábitos; pero también existen factores que pueden provocar este tipo de infecciones como: diabetes, cálculos renales, embarazo, incluso problemas para vaciar la vejiga o como consecuencia de procedimientos médicos en las vías urinarias.

Sobre los hábitos saludables de higiene íntima

● Mantener la zona genital limpia, priorizando el uso de jabón con pH neutro e incluso solo agua o un poco de agua con bicarbonato. Es aconsejable evitar el uso de productos de higiene íntima perfumados. Además, es importante siempre limpiar la zona perineal de adelante hacia atrás, para evitar arrastrar bacterias. Y realizar duchas vaginales sólo con prescripción médica, pues éstas eliminan bacterias sanas que protegen la vagina.

● El material de la ropa interior es de suma importancia al momento de evitar infecciones. Lo más aconsejable es usar prendas de algodón y evitar la seda o nailon, debido a que este tipo de materiales suelen incrementar la sudoración en la zona íntima, al no ser muy absorbentes y restringir el flujo del aire; lo cual provoca irritación. Además, otra causa de irritación es el uso constante de prendas o pantalones apretados.

● Durante el tratamiento con antibióticos es importante consumir probióticos. Esto incluso evitará padecer una candidiasis vaginal. Los probióticos administrados en dosis adecuadas tiene beneficios para la salud y están presentes en alimentos como el yogur o el kéfir e incluso existen suplementos alimenticios. Los antibióticos son medicamentos destinados a combatir distintas infecciones causadas por bacterias; sin embargo, al eliminar o detener la proliferación de bacterias perjudiciales, los antibióticos destruyen parte de la flora intestinal.

● Aumentar el consumo de frutos rojos y arándanos en caso de padecer infecciones, ya que tienen propiedades antibacterianas. En el caso de los arándanos son ricos en taninos, quercetina y vitamina C, lo cual evita que la bacteria E. Coli se adhiere al tracto urinario, por lo cual ayuda en la recuperación de una infección de vías urinarias.

● En el caso de las infecciones vaginales provocadas en la piscina, mar o balnearios y que suelen ser provocadas por microorganismos bacterianos y hongos, es importante utilizar traje de baño de algodón y se recomienda no usar la ropa de baño mojada más de media hora. Además, siempre es aconsejable realizar una ducha que permita que se eliminen residuos de arena en el caso del mar o residuos de cloro en el caso de piscinas.

● En el caso de las mujeres diabéticas, es importante mantener controlados los niveles de glucemia, teniendo en cuenta las recomendaciones médicas, en donde el plan de alimentación es importante y es necesario evitar el consumo de frutas como: plátano, uvas, sandía, higos, papaya y menos aún frutas en conserva.

● En el caso de las mujeres que se encuentran en la menopausia, se recomienda sumar a sus hábitos de higiene el uso de lubricantes y estrógenos tópicos que son aplicados directamente en la zona íntima y permiten calmar la irritación e hidratar la zona.

Cabe destacar que, además de estos consejos, es importante prestar atención a síntomas inusuales en la zona íntima y acudir al médico para identificar las causas y el tratamiento adecuado, dependiendo el tipo de infección. Incluso es clave considerar que las molestias podrían estar relacionadas a una infección de transmisión sexual, por lo cual necesitará un tratamiento adecuado, dependiendo de la causa específica.