El artista español ha mantenido una conversación en directo a través de IG Live con Juan Haro, trabajador humanitario de UNICEF enviado a Leópolis.

Con el fin de dar visibilidad a la situación crítica que viven los niños y niñas afectados por la guerra de Ucrania, el artista Alejandro Sanz se ha unido a UNICEF para pedir paz para la infancia en Ucrania y mostrar la realidad sobre el terreno a través de un directo de IG Live con Juan Haro, trabajador de UNICEF desplazado a la ciudad ucraniana de Leópolis.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania hace más de dos meses, más de cien niños y niñas han sido asesinados o han resultado heridos. El 60% de los 7,5 millones de niños y niñas ucranianos –la cifra estimada de población infantil del país– se han visto obligados a abandonar sus hogares en busca de seguridad: 2,8 millones han cruzado las fronteras hacia los países vecinos y 2,5 millones siguen dentro de Ucrania como desplazados internos.

Durante la conexión, Alejandro Sanz ha valorado que “no hay guerras mejores ni peores” y que es “muy importante” que el pueblo ucraniano sienta que “estamos con ellos, de verdad”. El artista ha recordado que hace apenas un mes, la gente hacia una vida normal en Leópolis y ahora su vida ha dado de repente un giro de 180 grados. “Nos mueven el piso estas cosas (…) A la desesperación se unen las carencias, la rabia, el miedo… esa serie de emociones que juntas es terrible”.

Además, ha agradecido el trabajo de UNICEF en Ucrania y los países vecinos, que aporta “normalidad dentro del caos” y está “en primera línea en las situaciones difíciles”. 

“Se me parte el alma con las cosas que cuentas, Juan”, ha expresado emocionado. 

Finalmente ha hecho un llamamiento a la gente a que done a UNICEF y se ha comprometido a duplicar la cantidad económica recaudada con esta acción.

Por su parte, Juan Haro ha compartido con los seguidores de Alejandro Sanz el trabajo que UNICEF está llevando a cabo dentro del país, así como en las fronteras: la organización ha enviado ya más de 100 camiones con más de 1.200 toneladas de suministros de emergencia que incluyen medicinas y equipamiento médico, ropa de invierno para los niños y kits de higiene, educativos y recreativos, así como agua potable. También está estableciendo Puntos Azules fronterizos en Polonia, Rumanía y Moldavia, espacios seguros para dar respuesta de emergencia a las familias que viajan e identificar a los niños y niñas no acompañados, con el fin de protegerlos frente al abuso y la explotación.

“Las necesidades humanitarias de los niños y niñas son enormes y van creciendo. Estamos enfocando toda la ayuda en la protección de los niños refugiados y desplazados”, ha contado Juan