Las asimetrías impositivas y regulatorias afectan fuertemente a la TV Paga, provocando un decrecimiento del sector a pesar de las medidas de innovación implementadas. El ICE es un tributo que perjudica directamente el bolsillo del usuario; a lo cual se suma la creciente tendencia del uso de contenido pirata en el país.

Estas observaciones fueron expresadas por expertos nacionales e internacionales que participaron del conversatorio “¿Cuál es el futuro de la TV paga en Ecuador?” que se desarrolló este miércoles 15 de junio, convocado por la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (ASETEL).

En el conversatorio, expertos de la televisión paga reflexionaron, analizaron y debatieron sobre el futuro de este servicio en el Ecuador, aunque aclararon que los riesgos son similares en todos los países de la región por el incremento en la piratería, cargas tributarias directas a los propios consumidores que generan barreras en el desarrollo del mercado legal y local del servicio.

Los expertos indicaron que, a pesar de las asimetrías y gracias a constantes inversiones, la TV paga se ha ido adaptando a las necesidades de la demanda y penetró en todos los niveles, siendo la población de bajo ingresos el segmento con mayor cantidad de suscriptores para el caso ecuatoriano.

Las asimetrías regulatorias y tributarias existentes de mantenerse, continuarán impactando en la industria de TV paga, este mercado decrecerá hasta 2023 en un 14,3%, es decir, a una tasa anual entre 3,5% y 4,2%, reduciendo la cantidad de suscriptores y baja en la penetración del servicio.

Los datos fueron precisados por Vicente Sánchez, presidente de la Asociación de Cable Operadores del Ecuador (ASOCOPE), quien agregó que, en 2015, la penetración del servicio de televisión paga fue del 31,55% de los hogares ecuatorianos frente al 15,54% a diciembre de 2021.

Maryleana Méndez, secretaria general de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), dijo que una de las razones que impactan en este decrecimiento es el gravamen del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE).

“Este tributo sobre el servicio lo encarece y perjudica directamente el bolsillo de las familias usuarias; genera un descenso en la penetración del servicio lo que afecta al sector; y consecuentemente reduce la recaudación fiscal del Estado ecuatoriano”, dijo Méndez.

El 15% del ICE recae directamente en el costo del servicio de televisión paga que debe cancelar el consumidor, según lo dispuesto en el Artículo 82 de la Ley de Régimen Tributario Interno.

Aporte en la recaudación de impuestos

El estudio realizado por la Red de Comercio e Integración, denominado “Tributación para integración de América Latina (RCI) en Latinoamérica” expone que, sin considerar a Venezuela, los países con menor impacto recaudatorio, con mejor marco regulatorio y mejores condiciones de competición de mercado se caracterizan por presentar mercados más estables.
En Ecuador, la realidad y las cifras del mercado muestran una tendencia decreciente, explicó Méndez. 

La televisión paga por las causales señaladas, en los últimos tres años, redujo su aporte al fisco justamente por la disminución de la cantidad de suscriptores del servicio. Pasó de un promedio anual de 59 millones de dólares a 43 millones de dólares, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).

Roberto Aspiazu, experto en telecomunicaciones y moderador del conversatorio, advirtió que las condiciones actuales tienen “como consecuencia una pérdida estimada de 16 mil clientes por mes, lo que se traduce en un decrecimiento recaudatorio promedio de 8 millones de dólares anuales por parte del Estado ecuatoriano”.

Esto se inscribe en un contexto más amplio en el que hay que considerar la competencia desleal, dado que la piratería de señales de TV Paga es un problema multimillonario en América Latina y el Caribe, afectando de lleno a una industria que genera miles de puestos de empleo y paga impuestos.

Aspiazu dijo que alrededor del 27% de los aproximadamente 89 millones de hogares latinoamericanos y caribeños con televisión paga lo disfrutan a través de la piratería de señales, excluyendo su variedad en línea. Las estimaciones para la piratería en línea en América del Sur apuntan a unos 110 millones de usuarios individuales.

Los expertos concluyeron que el servicio de televisión paga no es un bien suntuoso, dado que el mercado se ha venido adaptando a las necesidades de la demanda, generando un acceso más amplio que en definitiva termina democratizando el acceso a la información; inclusive para el 11,77% de los ecuatorianos se convierte en la única opción de mantenerse comunicado.