Hace algunos años conversaba con un buen amigo que está ya mucho tiempo en el negocio de los seguros y él me decía, “este mercado es difícil”, “en Ecuador no tenemos costumbre de asegurar nuestros bienes, nuestra salud, nuestros autos y nuestros negocios”. “Muchos nuevos clientes acuden a los asesores de seguros cuando algún siniestro los afectó directamente, es decir, únicamente aprendemos a los golpes”.

En el mercado hoy existen seguros para empresas en Ecuador. Podemos asegurar el auto, la casa, los bienes que están dentro de nuestro hogar, obviamente la salud y la vida, nuestros negocios, la educación de los hijos, nuestras inversiones, existen seguros que nos blindan ante decisiones equivocadas de nuestros colaboradores, lucro cesante, seguros de viaje, en fin, prácticamente no existe actividad que no sea asegurable.

En los últimos años en el Ecuador la cultura de seguros ha crecido, ya no lo vemos tanto como un gasto, lo empezamos a ver como una inversión. No contratamos un seguro del carro para chocarnos, ojalá nunca lo usemos, pero cuando sucede nos damos cuenta la importancia de estar protegidos.

En el año anterior en nuestro país obviamente la rama de seguros que más creció fue salud, la pandemia disparó las contrataciones de seguros, nos sentimos vulnerables y buscamos protegernos. El rubro Salud en el año 2020 lideró el sector con USD 392 millones de prima neta emitida, le siguió el rubro vehículos con una prima neta emitida de USD 349 millones; y el tercer rubro fue incendios y aliados con USD 207 millones.

Actualmente se ha convertido en una constante para el sector empresarial asegurar sus activos, sus giros de negocio, a todo el talento humano, a toda la cadena logística. Las familias poco a poco empiezan a concientizarse en la cultura de los seguros. El sector financiero tiene como regla de cumplimiento obligatorio contratar un seguro de desgravamen por cada crédito emitido. El Estado también tiene dispuesto por ley que todos los activos de los diferentes niveles del Estado sean asegurados.

Hace ya varios años, en esa lógica equivocada de jugar al “Estado empresario” se creó una aseguradora pública que hasta finales del 2020 abarcaba el 20% del mercado asegurador del país, es decir Seguros Sucre fue la aseguradora más grande del Ecuador con una prima neta emitida de USD 282 millones. Lamentablemente esta empresa pública se convirtió en un foco impresionante de corrupción y de ineficiencia, típica de empresas que politizan su administración.

El top 5 de las empresas aseguradoras del Ecuador la completaron en el 2020: CHUBB que con USD 153 millones y participación del 9% ocupó el segundo lugar. El tercer lugar fue para Seguros del Pichincha; el cuarto y quinto lugar fue para Seguros Equinoccial y AIG Metropolitana respectivamente.

La salida de Seguros Sucre del mercado asegurador abre la puerta a la evolución del sector. Ojalá se abra los concursos a aseguradoras internacionales que provocará mayor inversión e innovación para este sector y redundará en mejores productos y mejor servicio para los usuarios.

El mercado de seguros tiene en el Ecuador reglas del juego claras, las empresas se están adaptando a la nueva dinámica del mercado y han empezado a ofertar productos y servicios en línea y en ramas que la pandemia agudizó.

Debemos seguir educando a nuestros emprendedores, a nuestros empresarios y a las familias en la importancia de tener seguros, no lo veamos como un gasto, definitivamente contratar seguros es una acertada inversión.