Al hablar de cáncer de pulmón, inmediatamente, pensamos en fumar, un hábito responsable de que 9 de cada 10 hombres sea susceptible de contraer esta enfermedad y aunque este, ciertamente, constituye uno de los mayores factores de riesgo no es el único al que debemos prestar atención. De acuerdo con estudios recientes, enfermedades previas que hayan afectado al pulmón de manera directa pueden generar cicatrices en el tejido rígido generando fibrosis pulmonar y un mayor riesgo de que células cancerosas puedan aparecer. Por otro lado, el 5% de casos de este tipo de cáncer se atribuyen a la exposición a la polución y mala calidad del aire en zonas urbanas.

Frente a esta realidad, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón se convierte en un factor latente sobre todo en regiones vulnerables a mayor contaminación ambiental. Si se considera además que a esta enfermedad se le atribuyen el 25% de muertes de todos los tipos de cáncer, se hace imprescindible generar esfuerzos para promover una mejor prevención de los factores de riesgo y contribuir a una detección temprana. Precisamente, al ser una patología “frecuente” también su forma de detección y evaluación es más eficiente, permitiendo avanzar con múltiples opciones de tratamiento y oportunidades de recuperación. Además, la población está generando conciencia de la importancia de cuidar su estilo de vida promoviendo hábitos saludables como: ejercicio físico y dietas balanceadas y sin tabaco.

El desafío de luchar contra esta enfermedad ha permitido un espacio para la innovación, pues en la actualidad su tratamiento ha evolucionado y ofrece algunas alternativas entre ellas, la cirugía, quimioterapia, radiación y la inmunoterapia.

Para la oncóloga Tania Soria “el tratamiento del cáncer ha avanzado mucho gracias a la innovación y la medicina de precisión que, hoy por hoy, nos permite incrementar la esperanza de vida de los pacientes con opciones como la inmunoterapia. Este tipo de tratamiento logra, a partir de la inmunidad propia del paciente, destruir las células cancerosas y avanzar en el proceso de recuperación. Frente al cáncer de pulmón solo nos queda prevenir y evitar los hábitos poco saludables como fumar, es muy importante que cuidemos nuestra salud pulmonar con una vida activa”.

A la par de los esfuerzos en innovación para tratar la enfermedad es necesario trabajar en la prevención y el diagnóstico oportuno. Si bien, en la mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón, la sintomatología no suele aparecer de forma rápida, es importante estar atentos a signos recurrentes como:
  • Tos con sangre en el esputo.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor que afecta a estructuras óseas.
  • Cansancio.
  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso.
De igual manera se puede considerar entre las señales de alerta a la tos persistente, la disfonía (los cambios en la voz) o la disfagia, que consiste en experimentar problemas a la hora de tragar alimentos, líquidos o saliva, por ello es clave contar con un neumólogo aliado que pueda evaluar una vez al año la capacidad pulmonar sobre todo en aquellos casos que existe exposición constante a aire contaminado o en personas que son fumadores.

También, en algunos casos el cáncer de pulmón puede originar un dolor localizado en la espalda y, en fases más avanzadas, debilidad, dolor de huesos y articulaciones, mareos y cansancio generalizado.

Pasos de prevención

1. Cero tabaco: Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón. Evitar el tabaco, o decidir dejar de usarlo, es una parte importante de la prevención del cáncer.


2. Limita el consumo de alcohol:
Las cantidades de alcohol ilimitadas pueden aportar en el desarrollo de diversos tipos de cáncer entre ellos el de pulmón. Por este motivo, es muy importante minimizar, y de ser posible, evitar su consumo.

3. Equilibrio y bienestar:
Mantener una dieta equilibrada y una vida activa, permite que la salud en general se mantenga en buen estado, pero sobre todo en el caso de los pulmones es muy importante el ejercicio aeróbico ya que los estimula y fortalece

De este modo MSD confirma su compromiso con el acceso a la información como una herramienta de prevención, brindando opciones y conocimiento a la sociedad para la lucha contra el cáncer de pulmón.