En la actualidad 3.500 millones de pobladores a nivel mundial se concentran en las ciudades, generando un consumo de hasta el 80% de recursos energéticos y cerca del 70% de las emisiones de carbono. El rápido proceso de urbanización está ejerciendo presión en el suministro de recursos no renovables, el entorno de vida y la salud pública. En este contexto surge el concepto de “smart cities” o ciudades inteligentes, una propuesta que busca, a través de la tecnología e innovación, gestionar soluciones e infraestructura que permitan mejorar la calidad de vida de los pobladores.

Es así como las ciudades inteligentes se convierten en territorios inclusivos, seguros y sustentables; que
impulsan la creación de sistemas económicos más resilientes gracias al emprendimiento y la creatividad. Pero, sobre todas las cosas poseen un firme compromiso con el medio ambiente a través de soluciones digitales que optimizan el gasto de energía, agua, la gestión de residuos y promueven el uso de energías renovables.

Tecnologías innovadoras como el IoT, la Analítica e Inteligencia Artificial, el Edge Computing, o el 5G, entre otras, están acelerando la transformación de las ciudades y territorios hacia modelos más eficientes, rentables y flexibles en las operaciones. Marcando una tendencia clave para el desempeño de servicios urbanos en los que convergen el mundo físico y la digitalización.

El progreso de las ciudades inteligentes hoy se encuentra presente en más de 150 ciudades a nivel mundial,gracias a empresas como Minsait, una compañía de Indra, que ha desarrollado tecnología de vanguardia para contribuir a resolver retos como la reducción de las emisiones contaminantes, la mejora de la calidad del aire, la gestión de servicios urbanos, o el consumo de recursos hídricos. La incorporación de la inteligencia a ciudades y territorios es una ventaja para la implementación de nuevos modelos económicos más sostenibles y resilientes, que incidirán especialmente en la recuperación de los sectores productivos clave de cualquier país, como son el turismo, la agroalimentación y la industria, que han sido muy afectados por la pandemia.

Aunque las soluciones que ofrecen las smart cities son muy diversas, su principal objetivo es dar respuesta a los retos y necesidades que afrontan los ciudadanos que las habitan así como las personas que las visitan. Sin embargo, es importante llevar a cabo un análisis de la situación actual de cada ciudad, para determinar sus prioridades específicas y plantear proyectos realistas diseñados a la medida de sus características y posibilidades, en términos de objetivos, alcance y recursos. Pero ¿cuáles son sus principales tendencias y beneficios?

Tendencias
  • Transporte: la tendencia clave es hacia la potencialización de la intermodalidad de los diferentes medios de transporte, la interoperabilidad de sistemas e infraestructuras y la integración de los datos para favorecer una movilidad más inteligente, sostenible, colaborativa, accesible y centrada en el ciudadano.
  • Seguridad: análisis y resiliencia son los puntos fundamentales de la tendencia en seguridad para mitigar y corregir el nivel de exposición en la población. Gracias a mecánismos de inteligenciaartificial los procedimientos de alerta temprana hoy permiten la detección precoz y evolución de los riesgos con suficiente antelación, y garantizar bienes y servicios básicos.
  • Sostenibilidad: a través de modelos integrados con soluciones inteligentes que hacen los servicios más eficientes y sostenibles, logrando un camino hacia la reducción de riesgos en el cambio climático permite que el camino avance hacia las emisiones neutras para reducir los riesgos del cambio climático, Estas soluciones permiten que los ciudadanos se benefician de los impactos positivos en materia medioambiental y que incorporen esas prácticas sostenibles en sus actividades diarias

 Beneficios

  • Tras la pandemia la adaptabilidad de ciudades inteligentes incide especialmente en la recuperación de los sectores productivos clave de cualquier país, como son el turismo, la agroalimentación y la industria.
  • Las ciudades y territorios inteligentes proporcionan respuestas a la modernización del modelo productivo y social y su evolución hacia una sociedad del conocimiento y la lucha contra el cambio climático.
  • Son inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Además, impulsan el empleo de calidad y el crecimiento económico a través de soluciones digitales.
  • Fomenta la colaboración en innovación de los territorios gracias a la involucración activa de los gestores y servidores públicos.
  • Aportan en el cumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de Naciones Unidas.