Datos del estudio

· Cerca del 25% de madres menores de 18 años viven en unión temprana y forzada.

· A mayor acceso a educación, existe un menor porcentaje de mujeres que se casaron antes de los 18 años.

· A mayor ingreso económico, existe una menor posibilidad de que una mujer se case o se junte con una pareja antes de los 18 años.

· En Manabí, el 36,7% de las madres de entre 10 y 17 años están unidas o casadas. En Esmeraldas y Guayas, 1 de cada 4 madres menores de 18 años declaró estar casada o unida, en Sucumbíos un 17,3% y en Chimborazo menos del 10%.

Los matrimonios y uniones infantiles tempranas y forzadas son una práctica nociva que se mantiene. Así lo muestra una investigación de Plan International, UNICEF y UNFPA, cuyos resultados fueron presentados hoy. El estudio busca identificar las causas y las barreras que las llevan a vivir en esta situación. El lanzamiento de esta investigación se enmarca en la conmemoración del Día Internacional de la Niña.

A nivel global, cada año un estimado de 12 millones de niñas afronta esta situación y, en Ecuador, el 26% de mujeres, entre 18 y 49 años, se unió o casó antes de cumplir 18 (INEC, 2018). Así lo recoge el “Estudio sobre matrimonio y uniones infantiles tempranas y forzadas en niñas y adolescentes mujeres”, que se llevó a cabo en el 2022 en cinco cantones de Ecuador: Esmeraldas, Portoviejo, Guayaquil, Guamote y Lago Agrio.

Uno de los principales hallazgos del estudio es no existen cifras consolidadas y no hay una metodología unificada para medir esta problemática. Pese a la prohibición del matrimonio infantil en el país, la práctica nociva continúa y es socialmente aceptada. ​De acuerdo con datos oficiales, en 1 de cada 5 nacimientos registrados por parte de madres adolescentes, ellas se encontraban en unión libre, de hecho o casadas (INEC, registro de nacimientos 2020).

El estudio enfatiza en que las niñas se ven obligadas a unirse tempranamente como un escape a la situación de vulnerabilidad, violencia y pobreza que viven. Además, recalca que la permanencia en el sistema educativo y la educación sexual integral son factores clave que reducen la posibilidad de que las mujeres se unan de manera temprana.

Para atender esta problemática el estudio concluye sobre la importancia de un trabajo multisectorial que modifique normas sociales, actitudes y prácticas que promueven las uniones tempranas, infantiles y forzadas. Para ello es es importante contar con políticas públicas adecuadas.

Asimismo, concluye que la respuesta a esta problemática desde todos los ámbitos del Estado debe brindar un enfoque integral hacia las niñas y adolescentes, para propiciar su empoderamiento. De igual manera, se debe trabajar de la mano con los niños y adolescentes hombres, padres y madres, y líderes y lideresas comunitarias para construir espacios seguros y solidarios.

Según los testimonios de niñas y adolescentes consultadas para el estudio, es importante empoderarlas​; contar con un sistema de protección adecuado para prevenir las uniones tempranas y acompañamiento para los casos existentes. También piden que garantice el derecho a la salud, la educación y la justicia.

“Las niñas y adolescentes unidas o casadas tempranamente tienen más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, parto y posparto, que pueden desembocar en muertes maternas que podrían ser evitables. Estas prácticas nocivas son una violación de los derechos humanos que cambian radicalmente la vida de las niñas”, afirma Markus Behrend, Representante de UNFPA Ecuador.

Por su parte, Rossana Viteri, Directora de Plan International en Ecuador, menciona: “Como sociedad, no podemos tolerar esta práctica que afecta a millones de niñas. La inversión en educación es vital porque permite a las mujeres tener un trabajo digno, y ser y hacer lo que sueñan. Más aún, aumenta sus herramientas para prevenir el embarazo, las uniones tempranas y forzadas y la violencia basada en género.”

“El estudio visibiliza el problema oculto de las uniones tempranas. Este es el primer paso para actuar frente a esta práctica que impacta negativamente la vida de las niñas y empeña su futuro. El siguiente paso es que todos los sectores de la sociedad: las instituciones del Estado, los gobiernos locales, las comunidades y familias nos comprometamos a actuar para lograr que las uniones infantiles tempranas y forzadas no sigan ocurriendo”, concluye Juan Enrique Quiñónez, Representante Adjunto de UNICEF en Ecuador.

En el Mes de la Niña, Plan International, UNFPA y UNICEF se unen a las niñas, adolescentes y jóvenes mujeres, en toda su diversidad para celebrar sus logros, impulsar la igualdad de género y fomentar cambios duraderos que mejoren su calidad de vida.​