·         El día mundial de la Salud Mental se celebra cada 10 de octubre y en Ecuador, la generación X y Z reconocen que el bienestar emocional es esencial para una vida equilibrada y productiva. El 63% estaría dispuesto a pagar lo que fuera por salud, según cifras de Kantar IBOPE Media, empresa líder en medición de audiencias.


Ocho de cada diez personas poseen una enfermedad mental grave y no reciben tratamiento, esta es la actual realidad de la salud mental según la Organización Mundial de la Salud- OMS, en las Américas, cifras que data de junio de 2023. La falta de atención a esta problemática es el objetivo de varias instituciones que, hoy por hoy, buscan elevar el tema a la conversación social y política para tratarla con la importancia que demanda.

Este tema se ha convertido en un problema de salud, en Ecuador, el Ministerio de Salud Pública identifica que los diagnósticos más comunes obedecen a trastornos neuróticos, es decir, perturbaciones mentales que causan angustia emocional, pero no afectan la percepción de la realidad. Se caracterizan por síntomas como ansiedad, obsesiones, compulsiones o fobias, y suelen ser menos graves que las crisis diarias de estrés.

Existen varias aristas para tratar este problema, la más importante es abordándola con leyes que ayuden a las instituciones a que más personas accedan a programas para combatir esta enfermedad. También, existen esfuerzos por parte de profesionales quienes comparten una serie de hábitos y actividades que pueden ayudar a mejorar el estado mental. Pero ¿se toman en cuenta estas recomendaciones? Kantar IBOPE Media recogió importantes datos sobre los comportamientos y preferencias que las personas poseen sobre la salud.

Uno de los datos más relevantes es que el que 55% de las personas que conforman la generación de milennials y centennials, incorporan la actividad física como parte de su rutina semanal. Esta es una de las principales recomendaciones de los expertos al momento de contar con una buena salud mental. El ejercicio regular ayuda a liberar endorfinas, reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y aumentar la sensación general de bienestar.

Al igual que el ejercicio tiene un impacto positivo en la salud mental, la alimentación se convierte en otro factor crucial para considerar en el cuidado emocional. Podemos evidenciar la conciencia que las personas de la generación Y y Z tienen sobre los alimentos que consumen y cómo estos impactan sobre su bienestar emocional, puesto que, el 46% de los encuestados revisan el contenido nutricional de los alimentos refleja un interés en preservar su salud mediante una dieta adecuada. Además, el 38% está dispuesto a pagar más por productos orgánicos, esto demuestra una preocupación por la calidad de los alimentos. Por último, el 47% considera que la comida rápida es perjudicial.

Otro dato interesante que Kantar obtuvo fue que el 49% de la población de las personas nacidas entre 1981 hasta 2010, utilizan Internet como su principal fuente de conocimiento médico, mientras que, a nivel de consulta con otras personas, un 40% prefiere hablar directamente con su médico general o familiar. Además, un 24% de estos individuos deposita su confianza en fuentes más especializadas, como médicos expertos, mientras que otro 24% le consulta a farmacéuticos.

“Estos datos visibilizan que las generaciones están tomando mayor conciencia de la importancia de su bienestar emocional, reconociendo que el ejercicio regular y una alimentación equilibrada se ven como componentes fundamentales para potenciar la salud mental”, según Carolina Ibargüen, CEO de Kantar IBOPE Media en Ecuador.

En última instancia, es indispensable que las entidades públicas y privadas trabajen juntos para impulsar el bienestar emocional de manera integral, desde el acceso al tratamiento hasta la promoción de hábitos beneficiosos. Solo así podremos superar los desafíos que enfrentamos en este importante aspecto de la salud.