La Organización Mundial de la Salud ha señalado que la calidad de vida es la percepción que un individuo tiene de su existencia, y que este concepto está íntimamente relacionado a la salud física de la persona, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, y su relación con su entorno.
En ese sentido, el rol de la visión juega un papel fundamental, pues cerca del 80% de la información que recibimos, y de las emociones y sensaciones que experimentamos, llegan a través de los ojos. “Esto quiere decir que una buena salud visual contribuye significativamente a potenciar un óptimo estilo de vida”, indica el Dr. Alejandro Lalama, Jefe de Optometría de Óptica Los Andes (OLA).
Por ello, y en el contexto del Día Mundial de la Visión, que se conmemora en el mes de octubre, el experto de OLA presenta a continuación algunas de las razones por las que la vista tiene el poder de impulsar el bienestar y la felicidad de los seres humanos.
1. Una correcta visión permite un mejor rendimiento académico y profesional
A menudo sucede que niños, adolescentes y adultos no son conscientes de que tienen un problema de visión, y conviven con las dificultades propias de la patología visual que padecen. “Esto ocurre, principalmente, cuando no existe una cultura de prevención ni el hábito de acudir a consultas optométricas periódicas, en las que estas enfermedades pueden detectarse para establecer el tratamiento adecuado”, explica el Dr. Lalama. Añade que, a diferencia de quienes tienen una correcta visión, estos pacientes pueden enfrentar desafíos en el ámbito académico y profesional, que impiden que tengan un mejor rendimiento. “Desde estudiantes con retrasos en el dominio de habilidades como la lectura y escritura, hasta profesionales cuya productividad se ve afectada, lo cierto es que resulta fundamental priorizar el cuidado de los ojos para lograr mejores resultados en cualquiera de estos ámbitos”, recomienda el especialista de Óptica Los Andes.
2. Si la visión es mala, se incrementan las posibilidades de accidentes
Para la realización de actividades cotidianas, una buena visión es clave. Es así que, a decir del Jefe de Optometría de OLA, quienes tienen problemas visuales son más propensos a sufrir accidentes leves y graves, como tropiezos, caídas y siniestros de tránsito al manejar. “Cuando el paciente constantemente se golpea o se lesiona producto de estos percances, difícilmente va a mantener un buen estado de ánimo y/o actitud positiva ante la vida”, advierte el Dr. Lalama. Por el contrario, quienes gozan de una óptima salud visual, pueden desempeñar estas actividades con más facilidad, y por tanto, con más eficiencia, con lo cual pueden tener una rutina diaria más llevadera y en armonía.
3. Quienes no tienen buena salud visual son más propensos a sufrir de tristeza o depresión
Existen estudios que demuestran que la salud visual tiene un efecto directo en la salud mental. Eso significa que quienes gozan de una visión idónea, tienen una tendencia a vivir vidas mucho más plenas que quienes padecen de patologías que afectan su visión. “De hecho, existen muchos casos de pacientes que, por no haber recibido un diagnóstico oportuno y acertado, pueden llegar, inclusive, a perder la vista, y como consecuencia, a sufrir de extrema tristeza y/o depresión”, recalca el experto de OLA. Agrega que esto es más frecuente en los adultos mayores, “(...) y aunque envejecer es inevitable, sí se pueden tomar medidas preventivas para evitar daños irreversibles, como hacerse valoraciones optométricas al menos una vez al año, con equipos de última tecnología y especialistas altamente capacitados, como los que ofrecemos en Óptica Los Andes”, manifiesta.