1) ¿Qué es la enfermedad de Parkinson y cómo afecta a los pacientes?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo que afecta el movimiento corporal. Comienza cuando empiezan a morir las células cerebrales que producen la dopamina (un mensajero químico que ayuda a controlar el movimiento). 

La escasez de este neurotransmisor es la causa de los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Aunque estos pueden variar en cada persona, a menudo incluyen temblores, rigidez y problemas con el movimiento y la coordinación. Los pacientes también pueden experimentar cambios en el habla y la escritura, así como problemas con el equilibrio y la postura. A medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer cambios cognitivos y de comportamiento, incluyendo la depresión y la ansiedad.

En la actualidad no existe cura para la enfermedad de Parkinson, sin embargo, hay tratamientos disponibles para ayudar a controlar los síntomas. Estos pueden incluir la terapia de reemplazo de dopamina y la terapia física, además de los cambios en el estilo de vida. En algunos casos, la cirugía también puede ser una alternativa para ayudar a controlar los síntomas.

2) ¿Cuáles son los tipos de párkinson?

Hay dos tipos de enfermedad de Parkinson:

a) Enfermedad de Parkinson idiopática: es la más común y se clasifica como idiopática porque se desconoce su causa.

b) Parkinsonismo secundario: es cuando la enfermedad es la consecuencia de otro trastorno o factor, como el uso de medicamentos, traumatismos craneales o accidentes cerebrovasculares.

3) ¿Qué son los tratamientos de segunda línea, ¿cuándo se aplican al paciente? y ¿qué tan eficientes son?

Los tratamientos de segunda línea para la enfermedad de Parkinson son medicamentos que se utilizan cuando los tratamientos administrados en la etapa inicial de tratamiento, como la levodopa o los agonistas de la dopamina, ya no son efectivos o causan efectos secundarios. Estos tratamientos incluyen inhibidores de COMT, inhibidores de MAO-B y anticolinérgicos. Los inhibidores de COMT, tales como entacapone y tolcapone ayudan a prolongar los efectos de la levodopa al bloquear la enzima que la descompone.

Mientras que los inhibidores de MAO-B, como la selegilina y la rasagilina también ayudan a prolongar los efectos de la dopamina al bloquear la enzima que la descompone. Los anticolinérgicos, como el trihexifenidilo y la benztropina, pueden ayudar a reducir los temblores y la rigidez, al bloquear la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor que es hiperactivo en la enfermedad de Parkinson.

Muchos medicamentos recientes funcionan en forma efectiva con diferentes neuro receptores, y tienen menos efectos secundarios.

Los tratamientos de segunda línea se aplican al paciente cuando los tratamientos de base ya no son efectivos o causan efectos secundarios. Se pueden usar solos o en combinación con otros medicamentos. Su nivel de efectividad varía según el individuo y el medicamento específico utilizado. Algunos pacientes pueden experimentar una mejora significativa en sus síntomas, mientras que otros pueden no tener tan buenos resultados. 

Es importante que los pacientes trabajen en estrecha colaboración con su proveedor de atención médica para encontrar el plan de tratamiento más efectivo, de acuerdo a sus necesidades individuales.

4) ¿Cómo funciona la estimulación cerebral y por qué es el tratamiento que más se utiliza?

La estimulación cerebral es una opción de tratamiento para la enfermedad de Parkinson que se basa en el uso de un dispositivo que envía impulsos eléctricos a las áreas específicas del cerebro. Este tratamiento es el más utilizado porque puede mejorar en forma efectiva los síntomas motores y la calidad de vida para muchos pacientes. 

En general, el dispositivo se implanta debajo de la piel, cerca de la clavícula, y se conecta a los electrodos introducidos en el cerebro. Los impulsos eléctricos pueden ayudar a regular la actividad cerebral anormal que es la causa de los temblores, de la rigidez y de los otros síntomas motores relacionados con la enfermedad de Parkinson. 

La estimulación cerebral se usa a menudo cuando los medicamentos dejan de ser efectivos o cuando causan efectos secundarios significativos. Se ha demostrado que este proceso es eficiente para disminuir los síntomas motores, reducir el uso de medicamentos y mejorar la calidad de vida de muchos pacientes.

A lo largo de los años se ha producido un progreso significativo en los tipos de programadores y electrodos utilizados para estas cirugías. Así mismo, gracias al uso de un mejor software, estos electrodos se colocan con mayor precisión que antes.

5) ¿Cuál es la diferencia entre estimulación cerebral y los otros tratamientos?

La principal diferencia entre la estimulación cerebral y los otros tratamientos para la enfermedad de Parkinson es que este procedimiento se dirige a las áreas específicas del cerebro que son responsables de los síntomas motores de la enfermedad. 

Otros tratamientos, como los medicamentos, funcionan aumentando los niveles de dopamina en todo el cerebro, lo que puede provocar efectos secundarios. La estimulación cerebral, por otro lado, puede ser más precisa y eficiente para controlar los síntomas sin que aparezcan los efectos secundarios relacionados con los medicamentos. Además, es un tratamiento reversible, si no funciona o si surgen efectos secundarios, la estimulación se puede desactivar o ajustar. Mientras que otros tratamientos, como la cirugía, podrían no ser reversibles.

6) ¿Cuáles son los requisitos para que los pacientes de párkinson reciban la estimulación cerebral?

Para recibir la estimulación cerebral en Cleveland Clinics, los pacientes con la enfermedad de Parkinson deben presentar:

1. El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson

2. Síntomas que los medicamentos no controlan en forma adecuada

3. Ausencia significativa de deterioro cognitivo o demencia

4. Ausencia de problemas psiquiátricos o psicológicos críticos

5. Ausencia de condiciones médicas que hagan insegura la realización de una cirugía

6. La voluntad expresa de someterse a la intervención quirúrgica y de participar en el programa de gestión postoperatoria.



7) ¿Cuáles son los riesgos y beneficios de este procedimiento?

Los riesgos de la estimulación cerebral para la enfermedad de Parkinson incluyen infección, sangrado y accidente cerebrovascular. Además, puede haber complicaciones relacionadas con el dispositivo, como un mal funcionamiento del aparato o una falla en la batería. Sin embargo, los beneficios de la estimulación cerebral pueden ser significativos para los pacientes con la enfermedad de Parkinson. Este procedimiento puede reducir los síntomas motores y el uso de medicamentos, además de mejorar la calidad de vida. La estimulación cerebral también puede proporcionar una opción de tratamiento más consistente y confiable en comparación con la medicación como alternativa única.