Las tarjetas de crédito son una excelente herramienta, siempre y cuando no se abuse de ellas. Algunas de sus ventajas son que ayudan o facilitan la compra de artículos necesarios, pero fuera de nuestro presupuesto, o solventar alguna emergencia. 

En términos de seguridad, evitan el trasladar dinero en efectivo de un lugar a otro y pueden ayudar a mantener el registro activo de las compras, reflejados en los estados de cuenta. Además, algunas de las tarjetas ofrecen varios incentivos que motivan su uso para obtener recompensas.

Sin embargo, “el uso excesivo de las tarjetas de crédito y el desconocimiento sobre cómo manejarlas pueden afectar al historial crediticio de una persona y su capacidad de pago, limitando el acceso a otros beneficios económicos como el acceso a un crédito en cualquier entidad financiera y a su crecimiento o estatus financiero. Es difícil que, con ese tipo de perfil, pueda acceder al financiamiento para algún tipo de negocio o emprendimiento.”, explica Esteban Correa, subgerente comercial de Andalucía.

¿Cómo administrar de manera correcta tu tarjeta de crédito? revisa estos sencillos consejos:


Revisa frecuentemente tu estado de cuenta: Siempre revisa todos los estados de cuenta mensuales de tu tarjeta de crédito, ten en cuenta las fechas de corte para evitar atrasos. Revisa todas tus transacciones, ya que, si no lo haces, puedes ser un perfil atractivo para un robo de identidad, ten cuidado.

Mantente al día con los pagos del estado de cuenta: Siempre trata de pagar un valor más alto que el que se encuentra detallado como “pago mínimo”, esto va a evitar que se acumulen varias deudas y crezcan los intereses. 

De ser posible, paga el saldo completo todos los meses. “Las tarjetas de crédito más comunes no exigen el pago total cada mes, pero sí un pago mínimo mensual, este valor puede cambiar según la solvencia de cada persona, el límite del cupo y el variable de su saldo total actual”, detalla el especialista. Si siempre realizas tus pagos a tiempo, puedes construir un buen historial de crédito.


Cultiva tus límites de compra y ¡debes saber cuándo parar!: Tu cupo en la tarjeta de crédito es un límite, no un objetivo a alcanzar. Siempre mantente por debajo de este valor. Organiza y planifica como realizas tus compras, es importante aprovechar las diferentes opciones de planes de financiamiento (Diferidos sin interés, meses de gracia) que te ofrecen los establecimientos, esto te permitirá un mejor en los pagos mensuales. 

Ten a la mano siempre una calculadora, esto viene incluido en cualquier dispositivo electrónico y calcula tú mismo el límite de gasto, dividiendo los saldos totales para el cupo de la tarjeta. Si sobrepasas el 30%, es una señal de que estás usando demasiado tu límite de crédito.

Evita cargos extras o tarifas adicionales: Todos los emisores de las tarjetas de crédito cobran intereses, no permitas que hagan lo mismo con las tarifas adicionales. Algunas mantienen cuotas anuales, tarifas para anticipos en efectivo, tarifas de transacciones extranjeras y cargos por pagos atrasados. 

Todos estos rubros se pueden evitar si nos aseguramos de revisar los términos del acuerdo, antes de abrir una nueva tarjeta y elegir la que más se acomode a nuestras necesidades.


Toma la iniciativa y llama periódicamente al emisor de tu tarjeta: Tu objetivo debe ser estar permanentemente informado de las ventajas que te ofrecen los servicios de la tarjeta de crédito. “Las personas tienen que familiarizarse con las entidades financieras en quien confían, conocer sus números de contacto y canales de información, esto le va a permitir mantenerse al día con cualquier tipo de beneficio o cambio”, manifiesta el asesor.


No te vuelvas dependiente de tu tarjeta de crédito: Aprende a vivir con la capacidad de dinero en efectivo que posees mensualmente y reserva dinero para el pago puntual de tus tarjetas o necesidades varias, es importante que siempre contemples un presupuesto de ahorro. Usar tarjetas de crédito para cubrir necesidades habituales puede ser riesgoso.


No uses la tarjeta para compras diarias: Si no tienes mucho dinero en efectivo para los gastos diarios, lo mejor es analizar alternativas para tener algún ingreso extra, no gastes más de lo que ganas y trata de evitar compras innecesarias.


Pregúntate si vas a poder pagar la deuda: “Una desventaja sobre las tarjetas es que la persona empieza a comprar por impulso, ya que simplemente tiene el crédito a su disposición”, advierte el especialista financiero.