Cada 12 de junio, se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una jornada dedicada a recordar la lucha por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y a erradicar una problemática que afecta a millones de menores en todo el mundo.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2020 aún existían 152 millones de niños en situación de trabajo infantil, de los cuales 72 millones realizaban trabajos peligrosos. 

En la región de Latinoamérica, el trabajo infantil representa el 11% del total global, afectando a 17 millones de niños. 

En Ecuador, la cifra asciende a 248.637 niños, según aproximaciones del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en 2022.

David Vera, docente- director Facultad de Ciencias Administrativas de la UIDE menciona que para erradicar el trabajo infantil, el primer paso es disponer de información confiable para tomar decisiones de política pública. 

Aunque es posible calcular aproximaciones de las cifras de trabajo infantil utilizando la Encuesta de Empleo realizada mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la última encuesta especializada en trabajo infantil data del año 2012. 

Esto significa que la última fotografía completa de esta problemática tiene ya 12 años.

Esta situación alarmante nos recuerda la urgencia de actuar tanto en la problemática como en su medición. 

La erradicación del trabajo infantil no solo es un imperativo moral, sino también una inversión en el futuro. 

Cada niño que deja de trabajar y accede a educación tiene la oportunidad de romper el ciclo de la pobreza y contribuir al desarrollo de su comunidad.