En el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, la comunidad médica y de salud pública hace un llamado a los hombres de todo el mundo a informarse y tomar medidas proactivas contra esta enfermedad. 

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más común en los hombres, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es crucial aumentar la conciencia sobre los factores de riesgo, la detección temprana y las opciones de tratamiento.

Según la docente de la Escuela de Medicina de la UIDE, Cristina Aguirre, los diversos factores de riesgo conocidos del cáncer de próstata incluyen: edad, etnia, factores genéticos y posiblemente los factores dietéticos. 

En este contexto, es relevante señalar que rara vez se diagnostica antes de los 40 años, pero la incidencia aumenta rápidamente a partir de los 45 años, alcanzando su punto máximo entre los 65 y 74 años. Adicionalmente, los hombres con antecedentes familiares de primer grado con cáncer de próstata diagnosticado antes de los 65 años tienen un riesgo mayor de desarrollar la enfermedad.

En cuanto al impacto de la dieta y el estilo de vida, se ha observado que una dieta rica en grasas animales, carnes rojas y algunos productos lácteos, así como una dieta baja en verduras, puede ser un factor importante en el desarrollo del cáncer de próstata. 

Además, fumar cigarrillos no solo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, sino que también puede afectar negativamente el pronóstico una vez diagnosticado. 

Por otro lado, productos a base de tomate, ricos en licopeno con potentes propiedades antioxidantes, y los fitoestrógenos presentes en los alimentos de soya, han demostrado tener un efecto protector, reduciendo el riesgo.

La mayoría de los cánceres de próstata se diagnostican en la etapa localizada y no presentan síntomas evidentes. Sin embargo, en algunos casos, pueden manifestarse síntomas inespecíficos del tracto urinario inferior, hematuria o dolor óseo. 

Finalmente, es importante considerar que los factores más importantes a la hora de seleccionar el tratamiento inicial incluyen la extensión anatómica de la enfermedad, las características moleculares del tumor y las enfermedades coexistentes del paciente para individualizar las opciones terapéuticas.

Afortunadamente, gracias a los avances en el diagnóstico y el tratamiento, la tasa de supervivencia a cinco años es superior al 98 por ciento.

Por eso, el Día Mundial del Cáncer de Próstata es un recordatorio de la importancia de la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado. 

La comunidad médica, insta a todos los hombres a realizar chequeos regulares y adoptar un estilo de vida saludable para reducir los riesgos asociados con esta enfermedad.