La donación de órganos es un acto altruista que puede transformar vidas. En muchos casos, los pacientes que reciben un trasplante de córnea han perdido la visión debido a enfermedades como el queratocono, cicatrices corneales, o infecciones. 

Para estas personas, recibir una nueva córnea significa recuperar la independencia y la posibilidad de volver a realizar actividades cotidianas.

El proceso de trasplante de córnea comienza con la obtención de una córnea donada, que es rigurosamente examinada para asegurar su viabilidad. Luego, el paciente se somete a una evaluación preoperatoria completa. 

Durante la cirugía, que generalmente se realiza bajo anestesia local, el cirujano oftalmólogo reemplaza la córnea dañada con el órgano donada. El procedimiento suele durar entre una y dos horas, y la recuperación implica seguimiento postoperatorio para asegurar la integración y el éxito del trasplante.

El proceso de donación es sencillo y puede salvar la visión de hasta dos personas con una sola donación. “Es crucial que la comunidad esté consciente de la importancia de la donación de córneas. No solo estamos dando el regalo de la vista, sino que también estamos dando una nueva oportunidad de vida a quienes más lo necesitan,” agrega el Dr. Jorge Rivera oftalmólogo del Hospital Vozandes Quito.

Hay que enfatizar la importancia de realizar estos procedimientos en instituciones que cumplan con las certificaciones exigidas por el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (INDOT). Esto garantiza que se sigan los protocolos de seguridad y calidad necesarios para el éxito del trasplante y la salud del paciente.

El Hospital Vozandes Quito es uno de los centros hospitalarios que cuenta con la certificación, de esta manera continúa su labor de concienciación sobre la importancia de la donación de córneas y sigue ofreciendo procedimientos de trasplante con los más altos estándares de calidad y seguridad.