Ecuador registró la temperatura más alta de los últimos 30 años, 35,8 grados en la ciudad de Guayaquil el pasado 16 de marzo de 2024, mientras que, para el 17 de abril del mismo año, la central hidroeléctrica de Mazar llegó a 2.106 msnm, la cuota más baja del embalse de los últimos años y dejó de operar, lo cual provocó cortes de luz a nivel nacional. 

Estos dos hechos que parecen aislados están estrechamente relacionados al cambio climático que está afectando al país y al mundo.


La temporada de lluvias en Ecuador en 2024 ha dejado más de 105.000 personas damnificadas por las inundaciones, siendo la cifra más alta de damnificados reportada en los últimos años.


Una de las consecuencias que provoca el cambio climático es la mayor intensidad de las lluvias, por ejemplo, en Quito se produjo un aluvión donde cayeron más de 120 litros de agua por metro cuadrado en los dos primeros días de abril, un 55% más que el registro histórico para estas épocas, según el Municipio de Quito. 

También, la deforestación ha agravado esta situación, ya que, al no haber árboles, los aluviones o deslizamientos de tierra pasan hasta las áreas urbanas destrozando todo a su paso.


El año pasado Ecuador también enfrentó condiciones climáticas adversas, por ejemplo, el 26 de marzo de 2023, en Alausí se originó un deslizamiento de grandes proporciones, dejando afectaciones a 26 ha de superficie agrícola; 65 personas fallecidas, 44 heridas y más de 800 personas damnificadas. Y en la ciudad de Cuenca se presentó una sequía de 118 días, la más larga que se haya registrado en la historia.


Frente a esta emergencia climática Ayuda en Acción, organización internacional de desarrollo social, lanzó su campaña: “Personas que rompen récords. Récords que rompen personas”, con el objetivo de visibilizar esta realidad y generar conciencia medio ambiental frente a las consecuencias del cambio climático en Ecuador y en el mundo.


A nivel global el cambio climático está poniendo en riesgo la vida de millones de personas, por ejemplo, al sur de Brasil, existen más de 30.000 personas desplazadas por las inundaciones, y en Asia a causa de la ola de calor más de 30 millones de niños y niñas no han podido asistir a clases presenciales durante varias semanas, y aún se esperan más fenómenos climáticos extremos que afectarán a millones de personas en todo el mundo provocando hambre, pobreza y migraciones forzosas. 

Por eso, Ayuda en Acción hace un llamado a los gobiernos, organizaciones privadas y ciudadanía en general a poner atención y esfuerzos frente a las consecuencias del cambio climático, especialmente las que afectarán a las personas más vulnerables.


“La crisis climática es sin duda uno de los principales retos de nuestro tiempo, un desafío para nuestro planeta y para quienes lo habitamos. Provoca desplazamientos masivos, agrava la crisis alimentaria, reduce las oportunidades económicas, aumenta la pobreza y, en definitiva, pone en peligro la vida de millones de personas. ​ 

En esta campaña, queremos mostrar las consecuencias del cambio climático sobre las personas en situación de vulnerabilidad, que son las que más sufren: inseguridad alimentaria y nutricional, movilidad humana forzosa y crisis humanitarias”, señala Carlos Hernández, director de Ayuda en Acción en Ecuador. 

“Para contarlo, aprovechando la coyuntura que nos ofrece este año la cita deportiva de los juegos olímpicos, vamos a hablar de récords, pero no de récords deportivos, sino de esos otros récords que afectan de verdad y de manera dramática a la vida de las personas”, añade. ​​


Récords mundiales que deben conocerse:

Acabamos de experimentar un periodo de 12 meses con una temperatura de más de 1,5 °C por encima del periodo de referencia preindustrial.

Un clima extremadamente cálido afectó a prácticamente todo el mundo provocando que en la Antártida se registrase la menor cantidad de hielo de la historia, tanto en verano como en invierno.

Cada día de 2023 se registró una temperatura de la superficie del mar más alta en comparación con los registros anteriores para esa misma época del año. 

Estas temperaturas elevadas constituyen una amenaza para la vida marina (afectando a las comunidades que viven de ella), incrementan la intensidad de las tormentas (provocando pérdida de hogares y medios de vida y, por tanto, migración forzosa) y contribuyen al calentamiento de la atmósfera (produciéndose una pérdida continua de cosechas por el empobrecimiento del suelo y la sequía).

Según los últimos datos publicados por Naciones Unidas, 735 millones de personas sufren hambre en el mundo en la actualidad, una cifra que podría aumentar en 80 millones más en las próximas décadas por los efectos de la crisis climática.

Un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) señala que hasta 3,2 mil millones de personas podrían verse afectadas por la escasez de agua debido al cambio climático para el año 2050. Esto impactará directamente en la agricultura y la disponibilidad de alimentos.

Los cambios en los patrones de precipitación y temperatura afectan la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos. Las comunidades rurales y urbanas vulnerables enfrentarán escasez de alimentos, aumentando la malnutrición y la hambruna.

Por esta razón, Ayuda en Acción en el marco de las cadenas productivas que impulsa para combatir la pobreza, ha implementado nuevos modelos productivos, capacitando a agricultores y productores para implementar prácticas sostenibles con el medio ambiente que se ajusten a estos nuevos desafíos.

Por ejemplo, en Ecuador Ayuda en Acción ha creado un bioplástico hecho con la cáscara del cacao, para así reutilizar los residuos de esta cadena productiva, y eliminar el uso de plásticos. Además, promueve la protección de fuentes hídricas como páramos y ríos, en el marco de su programa “Gestión Social y Ambiental del Agua”, que ha logrado que más de 28.000 familias, en los últimos 5 años, cuenten con agua potable en zonas rurales del país.

Alrededor del 70% de las personas que viven en condiciones de pobreza extrema dependen de la agricultura y están más expuestas a los impactos del cambio climático, como sequías, inundaciones y aumento de la temperatura. Por eso, si no se adoptan medidas urgentes, el cambio climático podrían sumir en la pobreza a otros 100 millones de personas para 2030, según estimaciones del Banco Mundial.

En este contexto, es imperante unirse a la campaña “Personas que rompen récords. Récords que rompen personas”, que emprende a nivel mundial Ayuda en Acción para visibilizar esta problemática en un año donde no sólo a través de los juegos olímpicos se batirán récords deportivos, sino también el mundo romperá récords de hambre, pobreza y migración a causa del cambio climático.