La audición es uno de los primeros sentidos que los seres vivos comienzan a utilizar, y es primordial para el desarrollo integral de las personas en diversos ámbitos como el psicológico, cognitivo y social. Durante la infancia, la audición cumple un rol fundamental en diferentes escenarios en los que se desenvuelven los niños, siendo uno de los más importantes el entorno educativo. De acuerdo con Yaicar Mora, fonoaudióloga de la Clínica Andes Visión, un déficit auditivo puede incidir directamente en el aprendizaje y comunicación de los niños, derivando en trastornos de la conducta, poco desarrollo del lenguaje y muchas veces un bajo rendimiento académico. 

Es por ello que a pocos días del regreso a clases en la región Sierra, es necesario que los padres de familia, además del examen optométrico- oftalmológico que comúnmente se recomienda, también realicen una audiometría completa a sus hijos, y que estén atentos ante cualquier señal de alerta que pueda indicar una posible afectación auditiva. 

Principales afectaciones auditivas en la niñez: 

De acuerdo con Yaicar Mora, fonoaudióloga de la Clínica Andes Visión, existen varios problemas auditivos que se pueden presentar en la etapa de la niñez, entre los que se encuentran: 

● Otitis: Es una infección causada por bacterias que ingresan al conducto auditivo externo. Este es un ambiente húmedo propicio para su proliferación, creando inflamación y dolor en el oído. Aproximadamente el 50% de los niños padecen de otitis durante el primer año de vida. El niño puede presentar diversos síntomas como fiebre, inflamación y dolor en el oído, irritabilidad y secreciones de pus. 

● Ototoxicidad: Es el deterioro del oído interno ocasionado por la ingesta de medicamentos para tratar infecciones, enfermedades cardiacas, cáncer, entre otras. La gravedad depende del tipo de fármaco, la dosis y el tiempo de ingesta. El infante puede presentar problemas de equilibrio y déficit auditivo. Se sugiere evaluaciones periódicas mientras dura y finaliza el tratamiento. 

● Microtia: Es la deformidad congénita del pabellón auricular y el oído externo, cuando no se desarrolla por completo durante el primer trimestre del embarazo. 

Señales de alerta ante posibles problemas auditivos en niños: 

● Cuando el niño no responde a sonidos fuertes y no reconoce sonidos familiares. 

● Problemas de lenguaje o retraso en el proceso del habla. 

● Poca relación social con otras personas, dificultad para relacionarse incluso con otros niños de su edad, compañeros de clase y con el entorno en general. 

● Falta de atención en actividades de la vida diaria o atención muy dispersa, lo que puede estar afectando el proceso de aprendizaje. 

● Baja autoestima. 

● Cambios repentinos de conducta, e incluso la hiperactividad puede esconder una pérdida auditiva en el niño, que al no llevar el ritmo de una clase oral, se aburre y asume comportamientos ajenos a lo esperado.

Prevención y diagnóstico de problemas auditivos en la niñez: 

● Todo niño debe ser evaluado auditivamente desde el nacimiento, y luego tener evaluaciones audiológicas durante su desarrollo una vez al año. 

● Los exámenes audiológicos dependen de la edad del escolar. Si tienen menos de 3 años se recomienda realizar Potenciales Evocados Auditivos, donde no se requiere de la colaboración del paciente. 

● Luego de esta edad, se puede condicionar al infante para que responda correctamente a los estímulos sonoros presentados en la audiometría. Este examen es primordial antes del inicio de clases para detectar cualquier tipo de problema que pueda afectar el rendimiento escolar. En Quito, por ejemplo, la Clínica Oftalmológica Andes Visión ofrece un chequeo completo de audiometría con equipos de la más alta tecnología y profesionales capacitados. 

● En caso de detectarse algún problema auditivo, es importante determinar la causa por parte del equipo multidisciplinario, encabezado por el otorrinolaringólogo. 

● Por otro lado, para prevenir patologías o lesiones en los oídos de los niños que puedan afectar su calidad de vida, Yaicar Mora, fonoaudióloga de la Clínica Andes Visión, recomienda lo siguiente: 

○ No introducir cuerpos extraños en el conducto auditivo externo ni interno. 

○ Evitar la exposición a ruidos muy fuertes. 

○ Limpiar con una toalla pequeña y delgada o con pañitos húmedos la parte externa de los oídos. 

○ Evitar el contacto con aguas contaminadas. 

○ Evitar juegos bruscos o golpes en los oídos. 

○ No automedicar al niño. 

○ Consultar al doctor la forma adecuada de suministrar cualquier medicamento. 

Recomendaciones para los padres y familiares de niños con problemas auditivos: 

Yaicar Mora, fonoaudióloga de la Clínica Andes Visión, explica que es muy importante brindarle al infante seguridad y confianza. Se debe demostrar que la hipoacusia (alteración, limitación o incapacidad para escuchar sonidos) no representa una limitación para lograr lo que el niño se proponga. Algunas recomendaciones para estimular al niño incluyen: 

● Una vez detectada la disminución en la capacidad auditiva, es fundamental realizar el tratamiento necesario brindado por un especialista para integrar al paciente socialmente y restituir sus habilidades comunicativas. 

● Hablar, cantar y jugar con el niño, son actividades divertidas que fortalecen el vínculo familiar. Esta interacción temprana dará una base sólida para que aprenda a escuchar y a hablar correctamente. 

● Realizar evaluaciones periódicas para llevar un seguimiento contínuo de la hipoacusia. 

● Apoyar al niño con los mejores auxiliares auditivos disponibles. Estos insumos permitirán que tome conciencia de los sonidos de su alrededor, estimulando su cerebro debidamente. 

● Hablar de frente y pausadamente para que el infante entienda lo que se le dice. 

● Tratar de ubicarse a la altura del niño. 

● Exagerar un poco las expresiones faciales, por ejemplo, haciendo caras chistosas. 

● Hacer que los niños participen en actividades extracurriculares para mejorar la interacción social y su autonomía. 

Recomendaciones para los maestros: 

● Sentar al niño los más cerca posible del maestro, para que pueda escuchar con facilidad. 

● Incitar al niño a aprender de manera lúdica (juegos). 

● Animar a que el niño participe en las actividades planteadas. 

● Hablarle de frente y pausadamente para que entienda la instrucción dada. 

● Estimular y ampliar el vocabulario. 

● Mantener centrada la atención del niño. 

● Utilizar estrategias kinestésicas durante la clase. Estas se enfocan en el contacto con la piel del niño para captar su atención y que se sienta incluido. Se recomienda topar el hombro y las manos, elevar la cara del niño, entre otras, para mejorar la recepción de la información. 

● No dar explicaciones mientras escribe en la pizarra.