• Según la OMS en 2020 se diagnosticaron en el mundo más de 1,5 millones de casos
de cáncer de piel
• Según la Skin cancer foundation, el cáncer de piel representa del 4 al 5 por ciento de
todos los cánceres en los hispanos
El cáncer de piel es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de células cutáneas. Según la Organización panamericana de la salud (OPS), el melanoma y otros tipos de cáncer de piel están entre los cinco tipos principales de cánceres que impactaron los años vividos con discapacidad en 2019. Por su parte, según el Observatorio global de cáncer, de la OMS, en Ecuador se han registrado 491 nuevos casos de melanoma hasta febrero de 2024.
Existen tres tipos principales:
Carcinoma basocelular: se origina en las células basales de la epidermis y suele presentarse como una protuberancia elevada, lisa y nacarada en áreas expuestas al sol. A menudo se confunde con una llaga que no cicatriza.
Carcinoma espinocelular: comienza en las células escamosas de la piel. Puede aparecer como un nódulo rojo y firme o una lesión plana con superficie escamosa y costras.
Melanoma: el más agresivo. Puede formarse en cualquier parte del cuerpo, incluso en lunares existentes. Los signos de advertencia incluyen cambios en tamaño, forma, color o elevación de un lunar.
Algunos factores de riesgo
Existen algunos factores de riesgo asociados al cáncer de piel. Según la American Cancer Society, algunos de estos factores son el fumar o la exposición excesiva a la luz solar. Sin embargo, hay otros factores de riesgo que no se pueden controlar o modificar, como la edad o los antecedentes familiares, según explica la entidad.
Hay algunas recomendaciones para reconocer si un lunar o erupción cutánea podría ser un tipo de cáncer de piel. Para ello, American Academy of Dermatology Association recomienda una revisión periódica de la piel utilizando la técnica de tamizaje denominada "ABCDE", en donde cada letra corresponde a las siguientes características de los lunares o lesiones que se están examinando en la piel.
Asimetría: una mitad es diferente de la otra mitad.
• Borde: irregulares o mal definidos.
• Color: diferentes tonos de marrón o negro.
• Diámetro: Cuando se presenta un diámetro mayor a 6 mm en alguna lesión o lunar que se está examinando podría ser sugestivo de una lesión que puede malignizarse.
• Evolución: si el lunar o lesión crece, cambia de color, forma o tamaño con el paso del tiempo.
Para protegerse de los rayos UV, principalmente emanados por la luz del sol es recomendable tomar algunas precauciones:
• Aplicar frecuentemente filtro solar de amplio espectro.
• Cubrir zonas desprotegidas.
• Utilizar sombrero y gafas medicadas.
• Buscar lugares de sombra.
• Obviar camas solares.
• Evitar la exposición innecesaria al sol durante las horas críticas (de 10H00 a 14H00).
Es crucial abordar la prevención y promoción del cáncer de piel. La exposición al sol representa un factor de riesgo significativo, y Quito, como ciudad con alta incidencia, debe seguir enfocándose en estrategias de control y concienciación.