- Julia Ayuso, directora de la Escuela de Sostenibilidad de la Universidad Europea, participó en la Ecuador Oil & Power 2024 y en el foro Ecuador Resiliente de la Asamblea Nacional, donde destacó la importancia de formar profesionales capacitados para guiar la transición hacia energías renovables.
- De acuerdo con la especialista, con un potencial único para proyectos solares y eólicos, el país enfrenta el reto de diversificar su matriz energética y aprovechar las oportunidades de la economía verde.
La Ecuador Oil & Power - Gas y Energías Renovables 2024 y el foro de educación Ecuador Resiliente, organizado en la Asamblea Nacional, se convirtieron en espacios clave para reflexionar sobre el rol de la educación en sostenibilidad como motor de cambio frente a la emergencia climática. En ambas instancias, Julia Ayuso, directora de la Escuela de Sostenibilidad de la Universidad Europea, destacó la importancia de formar líderes preparados para guiar la transición hacia un futuro más limpio y sostenible.
Durante su intervención en la Asamblea Nacional, Ayuso abordó la emergencia climática desde un enfoque local, subrayando los efectos de la crisis energética en Ecuador debido a la sequía prolongada.
La directora de la Escuela de Sostenibilidad resaltó que la educación es el puente hacia una economía verde: “Según datos del Foro Económico Mundial, entre 24 y 30 millones de empleos verdes se crearán a nivel global para 2030, y el 44% de las profesiones requerirán habilidades relacionadas con la sostenibilidad en los próximos cinco años”.
Ayuso también subrayó que Ecuador tiene un potencial inmenso para liderar en energías renovables gracias a su ubicación geográfica privilegiada, con alta incidencia solar y condiciones idóneas para proyectos eólicos. Sin embargo, el país enfrenta desafíos significativos: solo el 10% de la energía producida proviene de fuentes renovables fuera de la hidroeléctrica, lo que evidencia la necesidad de un plan estratégico para diversificar sus fuentes de energía.
"Además de integrarse al mercado laboral en sectores estratégicos, los profesionales formados en sostenibilidad pueden emprender proyectos innovadores. Ejemplo de ello son estudiantes ecuatorianos que están desarrollando iniciativas como campos solares privados, un área aún incipiente en el país", agregó Ayuso.
Por otro lado, en el foro Ecuador Resiliente, Ayuso también hizo un llamado a la colaboración entre universidades, industria e instituciones públicas para garantizar una formación alineada con las demandas del sector energético sostenible. "De toda crisis nace una oportunidad. Este es el momento de crear soluciones que impacten positivamente tanto al medio ambiente como a la economía", concluyó.
Con iniciativas como las de la Escuela de Sostenibilidad, la educación se consolida como un catalizador esencial para afrontar la emergencia climática y promover un desarrollo económico que priorice el bienestar del planeta y las generaciones futuras.