• Los sistemas educativos impulsan la participación, la colaboración y el compromiso de  los estudiantes con proyectos colaborativos y promueven la responsabilidad en la toma  de decisiones y el uso ético y responsable de la tecnología. 
En la actualidad es normal preguntarnos sobre el  nivel educativo en nuestro país: si nuestros estudiantes están aprendiendo, ¿cómo  lo están haciendo?, ¿se están preparando para enfrentarse a la realidad actual? En  este sentido, los docentes, el entorno, las metodologías, las herramientas y los  materiales juegan un papel fundamental para el desarrollo estudiantil. 

Es aquí donde los sistemas educativos entran como apoyo, con un sinnúmero de  componentes impresos y digitales que potencian el aprendizaje de los estudiantes y  guían, acompañan y forman a los docentes. 

Generalmente, cometemos el error de analizar la educación según el tipo de  material que reciben los estudiantes, es decir, materiales físicos, pero se pierden de  vista los recursos digitales y el acompañamiento académico que los sistemas  educativos incluyen. 

Los componentes de los sistemas, según diferentes enfoques educativos, se deben  basar en el aprendizaje por habilidades y actitudes que motivan al estudiante a  buscar soluciones por sí mismos, es decir, a convertir al estudiante en el verdadero  protagonista. 

De acuerdo con Soledad Jarrín, directora de contenidos de Santillana, «según datos  de Unesco, más del 40 % de los estudiantes de Educación Básica no alcanzan el  nivel mínimo de competencias fundamentales en matemática o lectura, por  ejemplo; por estas razones, nuestros sistemas educativos pretender fomentar  experiencias formativas que mejoren la calidad de la enseñanza y el aprendizaje desde los primeros años». 

Por ejemplo, Santillana cuenta con seis sistemas educativos, cada uno con sus  fortalezas y requerimientos dedicado a impulsar el desarrollo cognitivo en  diferentes áreas: Compartir; Richmond Solutions (sistema dedicado a impulsar  destrezas que fortalezcan el aprendizaje del idioma inglés); C.R.E.O., el único  sistema educativo dedicado a las necesidades de los planteles católicos; Santillana  Plus; Loqueleo, dedicado a impulsar la comprensión lectora; y Tecpro, un sistema  que promueve la importancia de la robótica, la tecnología y la programación. 

Beneficios para los estudiantes que aprenden bajo un sistema educativo 
  • Cuentan con un ambiente físico, psicológico y emocionalmente seguro,  donde se fomentan la inclusividad y las relaciones interpersonales positivas. 
  • Sus materiales y herramientas promueven actividades y proyectos en que sus alumnos puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos.
  • Los componentes del sistema (materiales impresos y digitales, acompañamiento académico, diagnósticos y evaluaciones permanentes) promueven la participación, la cooperación y el comprometimiento estudiantil en proyectos colaborativos, para que tomen decisiones con  responsabilidad y utilicen la tecnología de forma ética y responsable. 
  • Se impulsa una estrategia de enseñanza-aprendizaje basada en las  capacidades, los intereses y los conocimientos previos que cada estudiante  tiene. 
«La educación de calidad es la que ofrece a los estudiantes una serie de  componentes y experiencias que sirven para obtener conocimientos, mejorar sus  decisiones, despertar su interés en diferentes ámbitos, aumentar su autoestima y confianza y desarrollar su salud emocional», expresó Soledad Jarrín. 

Al comprender todo lo que engloba un sistema educativo, su aplicación en la  educación actual y su aporte al desarrollo académico, social y comunitario de los  alumnos, se promueve a este grupo de componentes como el ideal en la búsqueda  de la calidad de la educación.