• Conozca sus condiciones, consecuencias y tratamientos adecuados para cada una de ellas
Diverticulosis y diverticulitis son términos que pueden sonar similares, pero representan condiciones y manifestaciones distintas. A pesar de que las dos están directamente relacionadas con los divertículos en el colon, sus diferencias son significativas, tal como lo explica el Dr. Milton Carrera, gastroenterólogo y endoscopista de IECED.

La diverticulosis se refiere a la presencia de pequeños sacos, bolsas o ‘hundimientos’ llamados divertículos que se forman en las paredes del colon, que suelen aparecer comúnmente en personas mayores de 40 años. “No se conoce la causa exacta, pero la presión dentro del colón y la laxitud del tejido, puede hacer que puntos débiles en la pared del colon formen saculaciones hacia afuera de la luz del colon. Luego continuar con lo de la dieta baja en fibra.”, señala Carrera.

Diverticulosis

La Organización Internacional de Gastroenterología indica que la mayoría de las personas con diverticulosis (con uno o más divertículos) no presentan síntomas y la condición a menudo se descubre incidentalmente durante exámenes para otras afecciones. Sin embargo, algunos pueden experimentar dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea.

La diverticulosis por sí misma no suele ser peligrosa ni requiere tratamiento, siempre y cuando los divertículos no presenten alteraciones que puedan llevar al paciente a una condición más grave llamada diverticulitis. Ésta última ocurre cuando uno o más divertículos se inflaman o infectan, generalmente, por la acumulación de materia fecal en los divertículos, que conduce a la irritación y a la proliferación bacteriana.

Diverticulitis

“Los síntomas más comunes de la diverticulitis incluyen dolor abdominal intenso (generalmente en el lado inferior izquierdo), fiebre, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, y sensibilidad en el abdomen. Puede ser grave y llevar a complicaciones como: Abscesos (acumulaciones de pus), Fístulas (conexiones anormales entre el colon y otros órganos), Peritonitis (inflamación del revestimiento abdominal) y Obstrucción intestinal”, explica Carrera.

Para prevenir que una diverticulosis se convierta en diverticulitis se recomienda llevar una dieta rica en fibra para ayudar a evitar la formación de más divertículos y la posible acumulación de residuos de alimentos en ellos, que promuevan la aparición de la incómoda y dolorosa diverticulitis. “Se debe consumir frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, beber suficiente agua y mantenerse activo para favorecer la regularidad intestinal”, recomienda el galeno.

A pesar de ello, agrega el especialista de IECED, en caso de llegarse a desarrollar diverticulitis, el tratamiento puede variar según la severidad de la condición. Si es leve es necesario tomar antibióticos específicos recetados por el médico y seguir una dieta líquida o baja en residuos para permitir que el colon descanse. Mientras que, si es severa es necesaria la hospitalización y administración intravenosa de antibióticos más fuertes, o en casos graves, cirugía para drenar abscesos o eliminar la parte afectada del colon.

Para confirmar el diagnóstico y descartar otras enfermedades graves con síntomas similares, como el cáncer de colon, se deben realizar exámenes radiológicos y/o endoscópicos, como tomografía de abdomen o la colonoscopia, ésta última considerada el ‘gold estándar’ para la detección de enfermedades en el colon.

En el Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas (IECED) y en EndoscopyNET by IECED, contamos con profesionales expertos en gastroenterología y endoscopía, a nivel nacional, que pueden realizar un diagnóstico preciso y proporcionar el tratamiento adecuado para mejorar tu salud digestiva.